Mutatis mutandis – literalmente “cambiando lo que debe ser cambiado” – cuestiona la evolución de nuestro entorno, haciendo eco de la evolución urbanística de una ciudad – en una relación de destrucción/reconstrucción. Como si se pudiera redibujar el plano de una ciudad con unos pocos trazos, los golpes de batería, amplificados por el sonido electrónico y sincronizados con la imagen, surcan formaciones sonoras que se transforman progresivamente. Al final, detrás de la verticalidad de los sonidos percusivos y la loca velocidad de las máquinas, se cuestiona la relación con la memoria y el pasado, con lo que se percibe – o no – del cambio.


